Policías pretendían sembrar evidencias en Versión Final

Las investigaciones del procedimiento violento e ilegal perpetrado en el diario Versión Final, el miércoles, por funcionarios del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (Cpbez) permitieron detectar una nueva irregularidad: la posibilidad de que uno de los uniformados haya alistado la siembra de evidencias falsas.

Al menos 10 policías del cuerpo regional persiguieron esa noche en sus motos la camioneta de Carlos Alaimo, líder fundador del Voluntariado “Pasión por Maracaibo”, baleando el vehículo desde la parte trasera antes de que llegara a la sede de este rotativo.

El disparo hirió de gravedad en su antebrazo derecho a Édgar Dávila, directivo de la Casa D’ Italia y quien acompañaba a Alaimo en el puesto del copiloto.

Los policías ingresaron al diario apuntando sus armas y amenazando de muerte a periodistas, choferes y personal administrativo presentes en el segundo piso.

Llamó la atención un detalle de los videos de seguridad recabados y analizados por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc): el primer oficial que ingresa al estacionamiento de Versión Final porta, no solo su arma en su mano derecha sino además, un maletín negro en la izquierda.

¿Con qué objetivo?

Ese dato despertó suspicacia entre los investigadores. No es un proceder rutinario. Tampoco es lógico que un policía esgrima una valija en un procedimiento de alta peligrosidad, donde incluso hubo disparos.

El olfato de los “sabuesos” del Cicpc les lleva a creer que en la valija había elementos para incriminar falsamente a quienes se encontraban en el vehículo baleado. Las indagaciones del Cicpc buscan esclarecer cuál era el verdadero contenido y objetivo de ese maletín.

Funcionarios activos, quienes declararon bajo condición de anonimato, informaron que ese tipo de maletines se utilizan con frecuencia en malos procedimientos policiales para implicar a personas inocentes o encubrir las erradas actuaciones de los actuantes.

País corrupto

Según el ránking de la ONG Trasparencia Internacional, para el año pasado Venezuela figuró como el país  más corrupto de América Latina. Esta clase de procedimientos son la consecuencia del oscurantismo que existe en torno a las cifras oficiales generadas por este flagelo, además de la total falta de intencionalidad para realizar investigaciones profundas y detalladas.

A juicio del abogado penalista y criminólogo Luis Izquiel, esta práctica ilícita resume innumerables denuncias en los departamentos policiales del país. Los casos presentan un aumento sostenido desde mediados del año 2000.

Izquiel reveló que existen dos motivos principales que impulsan a los uniformados a realizar estos procedimientos enlodados: amenazas por dinero e intereses personales, o necesidad de privar de libertad a un sujeto del que se tiene conocimiento de sus prácticas delictivas, pero no cuentan con las pruebas que lo incriminan.

El misterioso maletín que portaba el oficial del Cpbez la noche de los hechos ocurridos en este rotativo podría contener armas de fuego o sustancias psicotrópicas, según expertos policiales consultados.

Estos elementos son los ideales para la siembra de falsas pruebas, ya que son pequeños. La posesión ilícita de ellas supone penas altas, según explicó el especialista, quien además agregó que de acuerdo con la ley de drogas, la privativa de libertad máxima por el porte ilícito de armas es de 10 años, mientras que tráfico y posesión de estupefacientes oscila entre los 12 y los 25 años de cárcel.

 

Source: Version Final

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