Nada de eso, sin embargo, se reflejó en el discurso —breve, tres minutos, ante un público también escaso, apenas un centenar de militantes— que dio poco después de que salieran los resultados preliminares, que le daban el 34,5% de los votos. La líder del Frente Nacional reconoció su derrota, pero celebró el resultado como “histórico y masivo” y se erigió como la líder de la “primera fuerza de la oposición” ante el Gobierno de Emmanuel Macron. Combativa, definió el nuevo escenario político francés como una brecha entre “mundialistas y patriotas” y pidió una “transformación profunda” del FN para “estar a la altura de esta oportunidad histórica”, agregó antes de despedirse entre aplausos apagados y gritos de “gracias Marine” de los escasos militantes que habían acudido a escuchar los resultados en la sede de la formación en París.
Source: El País